Ese bien que nos da la naturaleza y que en las acciones que ejecutamos en el hogar, por cotidianas, no vemos la grandeza que se nos ofrece hasta que cortan el suministro.
Las consecuencias del cambio climático son imprevisibles, sequías e inundaciones extremas van a sucederse, con sacudidas seguramente por quejido de la madre tierra al maltrato sufrido.
Estas nevadas caídas recientemente son una bendición a la sequía que estamos padeciendo y los pantanos van a ver incrementado su nivel que ha estado en los más bajos conocido.
La nieve se ha instalado en los tejados creando las estalactitas de hielo, bonitas de ver pero peligrosas para el viandante, además de que la nieve acumulada en los tejados acabará derritiéndose por la acción del sol y en los tejados lo que puede provocar son las fastidiosas humedades y desperfectos en muros si no contamos con una buena impermeabilización. Además los microorganismos como el moho pueden afectar nuestra salud, además de ser antiestéticos y molestos.
Una buena impermeabilización es imprescindible para soportar estas inclemencias, porque de otra manera las humedades eliminan la capacidad de aislamiento.
Para el tratamiento de humedades en balsas, tejados, terrazas, depósitos de agua, tejados metálicos, cubiertas ajardinadas, etc… existe un material altamente eficaz que es el EPDM.
La impermeabilización con EPDM es de alto rendimiento y de gran resistencia a a las condiciones atmosféricas, reciclable y de bajo impacto ambiental soportando temperaturas de 40º bajo cero.
Su ventaja frente a la tela asfáltica o cualquier otro producto es que no requiere de mantenimiento y además ofrece 20 años a la intemperie.
Puede venderse en rollos y hasta en piezas de 900 m2 en una sola pieza para superficies amplias.
Impermeabilizaciones Valcruz se dedica a la venta y distribución de EPDM con gran éxito.